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Ideas para diseños de la Lavandería, el cuarto de lavadora ideal

Existe una zona en tu casa que es tan importante como cualquier otra, ya que tiene la función de ofrecerte la limpieza de tus ropas, trajes, calzados y todo aquello que amerite lavarse para poder ser reutilizado. La casa es el espacio en el que desarrollamos buena parte de nuestras rutinas diarias y, por eso, contar con espacios que satisfagan todas las necesidades que puedan plantearse es primordial.

Esta zona de lavado no es tan fácil diseñarla, ni mucho menos remodelarla. El diseño y la decoración son factores importantes, pero no hay que olvidar la funcionalidad. El cuarto de lavado o lavandería es una de esas estancias dentro del hogar que, lejos de tener un peso estrictamente estético, puede considerarse un área práctica y necesaria.

Lo cierto es que, en ocasiones, es complicado hacer que se vea en concordancia con el resto de la casa. No obstante, esto no quiere decir que sea imposible. Siempre puedes brindarle un cariño para que tú y tu familia se sientan bien.

Si lo que buscas son ideas ingeniosas para diseñar o remodelar tu lavandería, te ofrecemos algunas para inspirarte y poder hacer de tu zona de lavandería un lugar seguro, cómodo, práctico, ventilado y agradable. Y se convierta en una experiencia inolvidable.

 

Lavanderías en espacios reducidos

Hay quienes prefieren mantener sus lavanderos en espacios reducidos dentro de su hogar por lo práctico y cómodo que puede resultar para lavar una muda de ropa diaria a cualquier hora del día.

La ubicación de estas zonas de lavado puede variar mucho dependiendo de cada casa. Hay algunos que prefieren incorporarla a estancias como la cocina o incluso el baño. No obstante, por comodidad, si contamos con un espacio independiente, será mucho mejor.

Puedes alojar tu lavadora y secadora en rincones reducidos, como por ejemplo un armario. Con colocar una puerta y mantenerla cerrada, tendremos la zona de lavado segura y apartada del resto de la casa.

Es cierto que muchos apartamentos pequeños no cuentan siquiera con una dependencia destinada a zona de lavado. En esos casos no nos quedará otra que improvisar una lavandería en la cocina.

 

Aprovecha los límites espaciales

Si tu centro de lavado cuenta con pocos metros cuadrados, aprende a aprovechar cada centímetro para convertirlo en el epicentro de la limpieza de su hogar. Puedes crear una divisoria para ocultar tu zona de lavado. Usualmente, las lavanderías cuentan con tres áreas principales: la de lavado, secado y planchado. Identificar y saber ubicar estos espacios es la base para organizar mejor el espacio y dejar volar su imaginación.

 

Puertas corredizas

Una buena opción para conseguirlo es con las puertas corredizas, que ocupan muy poco espacio, ideales para el caso. Las cortinas también son una buena alternativa.

Lugar de almacenamiento

Una lavandería casera debe contar con espacio adecuado para almacenar, tanto detergentes y productos de limpieza como ropa. Los muebles pueden usarse, pero más práctico hoy día son las cestas de mimbre, de plástico o de metal, pudiéndose colocar en estantes sin complicación alguna.

Muebles aéreos

Ten siempre presente que el espacio aéreo es su gran aliado cuando los centímetros son reducidos. El mueble aéreo dos puertas es ideal para almacenar los artículos de limpieza de poco uso; mientras que una repisa será ideal para ubicar los artículos que más utiliza y que necesita tener a la mano.

Hazlo tú mismo

Si no consigue un mueble a la medida adecuada, puede diseñarlo comprando los materiales necesarios de modo que queden ajustado a su espacio. Lo primero es medir bien el espacio para poder tomar las decisiones de qué realmente necesitas colocar o guardar en el mismo. Con láminas de madera y pequeños listones (también puede ser de plástico para resistir la humedad), puedes armar uno: comienzas haciendo un marco para darle soporte al mueble, pudiendo utilizar pegamento especial, clavos o tornillera.

Si cuentas con un espacio muy pequeño destinado a lavandería, lo más probable es que los muebles disponibles en las tiendas de decoración no sean los más adecuados. La mejor opción en estos casos son los muebles a medida. Con este tipo de muebles aprovecharemos mucho mejor los espacios, incluso los rincones difíciles que nunca faltan.

 

Dale color a tu lavandería

Te recomendamos colores claros como el blanco mate, el plateado o el verde claro, siempre ayudan a dar energía y actividad. El color azul te puede dar un poco de sueño o flojera. Pero queda a tu gusto apostar por el mejor color, también dependiendo de los muebles.

Si tu lavadero es extremadamente pequeño y no quieres que quede asfixiante, una buena opción es apostar por lavadora y muebles blancos. No temas en absoluto en exagerar con el blanco, pues es ideal para espacios pequeños. Además, debemos tener en cuenta que este color hace que las estancias sean mucho más pulcras. Al final, si lo piensas, la ropa limpia está asociada a este concepto.

Tanto las paredes como el piso pueden estar pintados de un color que sea distinto al blanco puro ya que puede caerse con la humedad o se ensucie con mayor facilidad. La pintura es necesario que sea semibrillante o latex (satinado) lavable. Utiliza siempre rodillos de espuma o máquinas eléctricas, ya que se pinta con mayor uniformidad.

Las paredes las puedes empapelar, aún a pesar que tu zona de lavado sea húmeda. Existe en el mercado una gama de papeles aptos para este tipo de estancias: Suelen ser de material resistente, como el vinilo, por lo que no hay problema alguno en estar en contacto con la humedad.

Lo mejor de todo es que los papeles pintados cuentan con un amplio repertorio de modelos, pudiendo personalizar al máximo esta estancia. De todas formas, antes de colocar papel de pared, asegúrate de no tener problemas de humedad.

 

Un cuarto de lavado más amplio

Cuando existe un cuarto de baño de mayores medidas en un lugar apartado de la casa, lo ideal es que se combine el lavado, secado y planchado con la estantería y sobre todo con una resistente y práctica batea de estrujado y lavado a mano. Esta batea puede estar elaborada con cemento o plástico. Sobre todo, debe ser muy espaciosa para que la persona pueda estirar y estregar la ropa sin incomodidad y para que no salpique tanto el agua encima.

La zona de planchado es poco integrada dentro de los cuartos de lavandería. Pero es conveniente que se encuentre en este lugar y asegurarse que puedas guardar tu tabla de planchar, pero también abrirla sin ningún obstáculo. Coloca también estantes de madera o plástico para poder ir colocando la ropa planchada y doblada.

Toda lavandería casera debe tener una buena ventilación; puede ser este un buen momento para diseñar otras ventanas en las paredes o en el techo de modo que circule aire y un poco de sol si es posible. La luz es un elemento determinante para todo proyecto de decoración que se precie.

 

Otras ideas para remodelar tu lavandero

Siempre encontrarás las mil y una maneras de remodelar tu lavandero tomando en cuenta el espacio, los materiales, las condiciones estructurales de tu casa y, por supuesto, tu bolsillo. Pero aquí te dejaré varios tips a tomar en cuenta si estás comenzando a acondicionar tu lavandero o lo quieres remodelar:

  • Si lo que quieres es colocar algunas repisas, te recomiendo los pilares metálicos que tienen ranuras para regular la altura de dichas repisas.
  • En la modernidad puedes encontrar en ferreterías tendales retráctiles para colocarlos en las zonas más ventiladas, especialmente para cuartos pequeños de baños. Despliégalos solo cuando lo necesites. Es una manera muy cómoda para guindar tu ropa que lavas a diario y no ocupa mucho espacio. Para los días lluviosos estos tendederos de pared son una opción.
  • Si concibes tu lavandería como un espacio funcional y práctico, sumar un elemento de estas características te ayudará a dar respuesta a tus necesidades. Piensa que no siempre hará buen tiempo para sacar la ropa a la terraza y colocar el tendedero en cualquier otra estancia de la casa puede resultar un engorro.
  • Muchas veces mover la lavadora o la secadora de un lugar a otro puede resultar muy incómodo y debas pedir ayuda para hacerlo, lo que ocasiona pérdida de tiempo. Para ello lo mejor es comprar o mandar a hacer una base con ruedas para la lavadora o secadora, de este modo no rayas tu piso de cerámica y limpiar la lavandería será más fácil.
  • Si eres amantes del estilo vintage, una buena opción es conseguir una de esas bachas antiguas, como las que usaban nuestras abuelas para lavar. Estas pilas pueden incrustarse en un mueble que servirá de almacenamiento para todos los productos de limpieza.
  • Trata de adquirir un grifo duradero y resistente para tu batea. Trata de ubicarla en una altura tal que cuando estés estrujando la ropa no vayas a tropezar tantas veces con el grifo.

Si estás pensando en implementar una zona de lavado en casa o estás en camino de una próxima remodelación para que todo funcione óptimamente, esperamos que estas ideas te sean de utilidad.

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