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¿Cómo elegir una batería de cocina adecuada?

¿Cómo elegir la batería de cocina adecuada?

Los utensilios y el menaje de cocina son una de las cosas más importantes a la hora de amueblar una casa, sobre todo si hablamos de las baterías de cocina, que es donde cocinamos y guisamos a diario suculentos y deliciosos platos.

Una buena batería de cocina será una de las mejores inversiones que podamos hacer, y a veces, es mejor gastar un poco más de dinero e ir comprándola poco a poco, que comprar una barata de golpe. ¿Por qué? Por una sencilla razón: El material con el que está hecha determinará la durabilidad de la batería, y en la mayoría de los casos, las de menor precio serán las que menos vida útil tengan.
Podemos comprar juegos de batería de cocina de entre 3 y 12 piezas, de diferentes tamaños, dependiendo del uso que vayamos a hacer de ellos y de las necesidades de cada persona. Normalmente estos juegos se componen de ollas, sartenes y cazos.

Aspectos a tener en cuenta antes de elegir una batería de cocina

1. En primer lugar debemos tener en cuenta si la batería es para inducción o para cualquier otro tipo fuego:

Las cocinas de inducción funcionan con un campo electromagnético para cocer y freír los alimentos, por lo tanto, necesitan materiales especiales, que se denominan ferromagnéticos.

Cuando hablamos de materiales ferromagnéticos nos referimos normalmente al hierro y al acero. También pueden utilizarse las baterías de cocina con la base de acero. En este caso, el hierro fundido será la mejor elección para una cocina de inducción, ya que conduce el calor de una manera uniforme y se calienta de forma rápida.

Si a la hora de comprar una sartén o cacerola de inducción tienes dudas, la mejor manera de identificarlas será acercar un imán a su base. Si se queda pegado, servirá para cocinas de inducción. Aunque la manera más segura será comprobar si lleva el símbolo de inducción, que es un una especie de espiral.

2. El tipo de material:

Acero inoxidable:

Las baterías de acero inoxidable son muy resistentes y sólidas, pudiendo durar hasta unos 20 años. Pueden lavarse perfectamente en el lavavajillaS y tienen la mejor calidad-precio. El único problema es que no conducen bien el calor, y los alimentos pueden hacerse más por una parte de la sartén que por otro, aunque actualmente suele introducirse en su base una capa de aluminio y así asegurar un cocinado uniforme.

Aluminio:

Son muy ligeras, baratas y adecuadas tanto para fuego como para vitrocerámica. Conducen muy bien el calor, no se deforman ni oxidan y pueden lavarse perfectamente en el lavavajillas.

Esmaltado:

Realizadas con hierro fundido y acero, con un recubrimiento de porcelana que hará que sean súper antiadherentes. Son muy resistentes y duraderas. Los alimentos se cocinarán de manera uniforme, distribuyendo muy bien el calor.

Hierro colado:

Son las de toda la vida, aquellas que tenían nuestras abuelas y puede incluso que hayan pasado de generación en generación. Retienen excelentemente bien el calor y los alimentos se hacen justo en su punto, cocinándose de manera uniforme. Se calientan de forma lenta y no son antiadherentes, pero la comida no suele pegarse.

Hierro vitrificado:

Retienen muy bien el calor y los alimentos no se pegan. Son muy saludables, pero su precio es elevado y pesan mucho.

Cerámica:

Son una de las mejores opciones, no llevan ningún tipo de metal, por lo que no hay riesgo de que desprendan algún elemento tóxico cuando cocinamos a altas temperaturas. Son muy antiadherentes y el precio es asequible.

Vidrio:

No se oxidan ni sufren el paso del tiempo y al igual que las de cerámica, no alteran el sabor de los alimentos ni desprenden ningún tipo de elemento metálico. El problema es que son muy frágiles y pesadas. No son aptas para inducción ya que puede quebrarse.

Si tienes cualquier duda y no sabes qué tipo de batería de cocina elegir, contacta con nosotros y te ayudaremos a escoger aquella que mejor se adapta a tus necesidades.

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