En el mundo de hoy, la sucesión continua de gadgets y nuevos inventos nos lleva a una búsqueda permanente por estar a la última. Tal es el caso, que a veces dejamos de lado herramientas estupendas que llevan a nuestro lado toda la vida, suponiendo que son objetos obsoletos o caducos más propios de los tiempos de generaciones anteriores. Tal es el caso de la olla express. Y es que el mecanismo que convierte a la olla express en un elemento indispensable en nuestra cocina sigue siento tan válido a día de hoy como lo era cuando empezó a popularizarse, durante la primera mitad del siglo XX.
El principio del funcionamiento de la olla a presión consiste en calentar el agua hasta su temperatura de ebullición en el interior de un recipiente hermético. Al superar los 100º, el agua empieza a hervir, pero el vapor no puede escapar del recipiente. Esto deriva en la subida de la presión en el interior de la olla, lo que provoca que la temperatura del agua ascienda hasta los 119º.
La elevada presión y temperatura en el interior del recipiente provocan que el calor penetre en los alimentos más rápidamente, acelerando su cocción y conservando mejor sus propiedades.
Beneficios de cocinar con olla express
Cocinar mediante olla express tiene múltiples beneficios. A continuación te contamos algunos de ellos:
Más rápido: Cocinar mediante olla express reduce los tiempos de cocción más de la mitad de su tiempo habitual. Esto permite disminuir el tiempo que pasamos en la cocina, dejándonos más tiempo libre y nos permite cocinar platos más elaborados, tales como guisos, en menos de la mitad de tiempo.
Más sano: El aumento de presión y temperatura en el interior de la olla express hacen que los alimentos se cocinen más rápido, y que la cocción sea menos agresiva. Esta cocción rápida ayuda a conservar las vitaminas y proteínas de los alimentos y evita la adición de grasas extra que pueden tener otro tipo de métodos de cocinado, como por ejemplo, freír en aceite vegetal.
Mejores resultados: Otro de los beneficios de la cocción rápida es que los alimentos mantienen mejor su sabor, obteniendo platos más jugosos y sabrosos. Esta cualidad destaca especialmente en la cocina de legumbres, verduras y tubérculos.
Ahorro energético: Cocinar mediante olla a presión demanda menos cantidad de agua, ya que el vapor no se escapa y se conservan los jugos propios de los alimentos. Además, al reducir el tiempo de cocinado, invertimos menos energía durante la cocción, ahorrando gas o electricidad, según nuestra cocina.